Cobertura Montreal Viernes 15/09/2017 Acatraz Bar

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¡Y UN DÍA MONTREAL VOLVIÓ A ROCKEAR!

 

De esa manera lo reflejó Gustavo Ruben, tras haber concluido una gran y majestuosa noche de Hard Rock, bajo la formación de su primer disco.
Cada formación de MONTREAL marcó fuertemente una etapa, no se puede hablar más, ni menos de una con respecto a otra. Etapas distintas, sonido distinto, evolución distinta, madurez.
El primer disco oficial en estudio nos lleva a 1999, cuando se largaba ese álbum homónimo tan especial. Especial por el paso a paso en que lo realizaron, bajo la consigna siempre del esfuerzo. Ese disco que contaba y cuenta con cierta magia. Magia que aún sigue intacta a través de los tiempos. Tiempos que siguen haciendo a MONTREAL una banda de Culto.
La noche nos convocaba en el bar de Acatraz y así como aconteció en el 2016, repentinamente se volvía a revivir esa gran etapa. Gustavo Giacomassi en voz, Sebastián Mendoza en bajo, Sergio Marti tras los parches y Gustavo Ruben siempre en la única guitarra; harían de una noche con nostalgia, una verdadera y contundente muestra de genialidad y maestría.
Otros de los focos en la noche que la hacía tan especial, se trataba del aniversario del natalicio de Sergio Marti, festejando sus 50 años. Motivo por el cual apreciamos, que su hija Valentina Marti, preparó la apertura del show.
Siendo un poco más de las 21:30 se abrió el telón, donde Valentina Marti interpretó tres canciones. En un momento con algo de nervios, que fue desatando y desenvolviendo su voz en buena medida. Con una pista de fondo y unas buenas luces en escenario, hicieron que su presencia y voz se hagan sentir en el recinto. Inició con el tema “It’s My Life” (Bon Jovi), sacando impulso tras el paso de los minutos. El segundo tema, fue mucho más apacible e hizo lucir su alcance vocal. Para finalizar su set, hardrockeó un poco más con “Volviendo a Casa” (Rata Blanca); donde una pequeña irrupción, hicieron de un final casi que abrupto, pero lleno de aplausos, sellado con un abrazo de su padre, el cumpleañero.
Telón cerrado y los presentes a la expectativa. Entre ellos personas, que fueron a revivir esa época con su brillo especial; y también lo que íbamos a toparnos por primera vez con ellos, fuera de la escucha de ese primer álbum.
Impresionantes juegos de luces recorrían el escenario, y enaltecían a Sergio Marti quien, al abrirse el telón, se encontraba tras los parches realizando el golpe a golpe. Tras de él se encontraba un monitor que fusionaba el sonido con imágenes y nos adentraba de lleno a la presentación.
Ingresaba al escenario Sebastián Mendoza junto a Gustavo Ruben, seguido de su portavoz Gustavo Giacomassi; y esta historia revivía con el tema “¿A Quién Gritar?”. Sonaban los primeros riffs que hicieron que lo identificáramos y los ojos de muchos de los presentes brillaban por el momento intenso que se vivía. Algunos se animaban a corear desde su respectiva butaca el estribillo, acompañando a Giacomassi y demostrando que Montreal no estaba solo.
Como lo enmarca el disco, ellos siguieron con el tema “Ando Mal”. Denotaron mucha lucidez en el trascurso de la noche e hicieron sentir esa buena vibra, de que lo estaban disfrutando.
Ya con el sonido del bajo normalizado, que en su momento su resonancia se encontraba muy alta, iniciaron con esas graves bases para dar pie al tema “La Dama del Alba”. Tercer tema consecutivo y casi que sin suspensión de respiro. Una banda que no tuvo mucho tiempo tras el encuentro, de perfilar ensayos. Pero su maestría dio de resultados, en esta cátedra de Hard Rock. Y prosiguieron con “Laberinto”, yendo de un lado a otro entre los temas de este primer álbum.
Palabras de su frotman en agradecimiento a los presentes, demostrándose con gran carisma en todo momento. Gustavo Ruben enloquecido siempre, disfrutando de cada minuto y contagiando al público a adentrarse de lleno al show. Firme en las baquetas Serio Marti, con impecable precisión y la contundencia en bajo de Sebastián Mendoza, hacían que deseáramos que la noche no termine.
Sorprendieron a todos con una versión de “El Ojo Blindado” (Sumo), seguido de “N.I.B.” (Black Sabbath), clásicos sin dudas de diferentes vertientes; para luego seguir con un clásico del propio MONTREAL, “Dulce 022”. Donde los instrumentistas se lucieron impecablemente. Pegado a ello el sentido tema “A La Nada Me Condenan”.

Hubo de invitados en una noche tan especial, entre ellos Fernando Barreiro (MATHRAS), quien hizo el pase de posta con el bajista por dos temas, entre ellos un homenaje a Pappo con el tema “El Viejo”, con mucho acompañamiento por los presentes, entre coros y palmas. Y por un momento dos voces principales.
Manteniendo el fuego de la noche, se hizo sentir el tema “Nunca Más”; donde se desbordaba la energía en el escenario, dejando todo listo para que nuevamente Serio Marti se manifestara con un solo de batería oportuno. Por un instante también el señor Gustavo Ruben junto a Giacomassi, enrolaron un dueto de guitarra y voz, entre grandes aplausos de los presentes.
“Maldita Estación Sureña” no podía faltar, y si bien se exclamaba que ‘no era un día bueno’, esta vez se podía increpar con que si era una muy buena noche. Y de hecho, extraordinaria noche la que se vivía en Acatraz, desde lo sonoro y hasta en lo visual, con un gran escenario muy bien aprovechado.
Seguido a ello, se invitó a alguien del público a interpretar el tema “Muy Cansado Estoy” (V8), llegando a la recta final del show pactado. Y como bien respalda el disco, el final llegaría de la mano de “En Las Entrañas”, para un gran cierre, con un gran abrazo en conjunto que permanecería en las pupilas de los presentes y en los corazones de los recuerdos más entrañables.

¡Montreal volvió a Rockear! ¡MONTREAL es de CULTO!

Por. Luis Sarmiento Pozza

Agradecimiento por la acrediatción a la banda.

Agradecimiento a Valeria Vizioli por las fotos

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