Leidenschaft significa Pasión en español, y justamente si hay, o había alguien apasionado por la música de Lacrimosa era yo, tanto, que en el año 98 tuve que elegir entre Death y Lacrimosa, ambos no habían venido nunca a Buenos Aires, uno venía a San Pablo y el otro a Santiago de Chile, en ese momento, y guiado justamente por la pasión me fui a San Pablo al estadio Olimpia a ver a Lacrimosa por primera vez, no me arrepiento, fue una experiencia hermosa, lástima que, Lacrimosa después vino 25 veces a Buenos Aires y Death … bueno, ya saben cómo termino la historia.
Todo esto para demostrarles que más allá del pozo en que cayó la banda de un tiempo a esta parte, vivo cada lanzamiento como una fiesta, porque sigo esperando que ese genio que es Tilo Wolff me regale ese disco que me vuele la cabeza como a mediados de los ’90.
Lamentablemente después de “Echoes”, la banda entró en un espiral donde la música se tornó reiterativa, de muy buena calidad, pero casi sin sentimientos, solo se salva “Lightgestal” (su último gran temazo) y “Testimonium” (2017) que dejaba entrever una vuelta a los días felices de “Satura” ‘93, “Inferno” ‘95 o “Stille” ‘97, su gran obra maestra.
Y cuando empieza el disco, los dos primeros temas son esperanzadores, porque siguen la línea de “Testimonium”, dramáticos, épicos, melódicos, “Kulturasche” enciende las alarmas al ser un tema rápido y en su mayoría casi electrónico/psicodélico que recuerda a canciones menores de la banda, después viene el infaltable tema lento cantado por Anne en inglés y después el disco cae en una monotonía casi desesperante y como para la mueca que antecede al bostezo no tengo descripción, cierro diciendo que Tilo me ha regalado horas y horas de música genial.
“Compone al nivel de Mozart” me dijo una vez un profesor de música luego de escuchar “Elodia”, pero estos días son tan grises que van en composé con el arte gráfico de la banda.
Tilo Wolff: Voz/ Teclados/ Guitarra/ Piano/ Trompeta
Anne Nurmi: Teclados/ Voz
Por Diego Porpatto
