Treinta años nos separan de aquel 1993 y el lanzamiento de “Covenant”, uno de los discos más exitosos de Morbid Angel y del género Death Metal, marcando un antes y un después en la música extrema. Según el abecedario (los discos de la banda seguían ese orden) este sería su tercer disco de estudio y para los músicos una influencia continua al día de hoy.
Para conmemorar este hito, I Am Morbid, agrupación liderada por David Vincent y Pete Sandoval (cantante y baterista de Morbid Angel respectivamente) decidió volver a presentarse en nuestro país el pasado 17 de octubre en Capital Federal.
La encargada de abrir escenario fue la banda de música extrema Bestial Perception oriunda de La Plata, apoyados en una propuesta que mezcla Death, technical y brutal metal aprovechó de una manera excepcional su tiempo sobre las tablas.
Y la otra banda que formó parte de la fecha fue Misa Negra, otro gran exponente de la escena que se encargó de desplegar un set violento y contundente como antesala de lo que será un nuevo trabajo de estudio. Si están buscando bandas nuevas y en ascenso aprovechen y escuchen a las dos a todo volumen.
Llegaron las 21.30 y la introducción “Omni Potens” comenzó a sonar en el recinto, que a esta altura de la noche ya contaba con un importante marco de público. La banda encabezada por David Vincent, brindó una actuación que llevó a los fanáticos a un viaje a través de las profundidades del Death Metal.
Los riffs atronadores y la voz inconfundible de Vincent resonaron en todo El Teatrito, dejando bien en claro porqué “Covenant” es un pilar en la historia del género. Desde abajo, los fanáticos respondieron en todo momento con gran devoción, cantando cada letra y sumergiéndose en la oscuridad y la agresividad de la música.
El homenaje a Morbid Angel fue un torbellino de emociones, un recordatorio de la inmensidad del metal extremo y una experiencia que marcó a fuego a todos los presentes. El Teatrito se convirtió en un santuario del metal la noche del martes, y la celebración de los 30 años del disco “Covenant” fue un tributo que honró la música que ha forjado generaciones de amantes del género.
I Am Morbid, con su poderosa interpretación, demostró que la llama del Death sigue ardiendo con intensidad, y que el legado de Morbid Angel perdura en el corazón de cada seguidor.
Por Jonathan Punos
Ph Julieta Zicarelli
Agradecemos las acreditaciones a Gaby Sisti y Pablo Noguera