Este 2025 marca un hito para el Heavy Metal Nacional: Azeroth celebra los 25 años de su primer disco. Con un show especial el 8 de noviembre en el Teatro Flores, la banda se prepara para repasar su historia, emocionar a sus seguidores y renovar votos con el fuego sagrado del escenario. En esta entrevista exclusiva, repasamos recuerdos, evolución, y lo que se viene para este festejo tan esperado.

Jonathan Punos- Este año se cumplen 25 años del primer disco de Azeroth. ¿Cómo viven esta conmemoración desde adentro? ¿Qué recuerdos les vienen al pensar en ese álbum debut?
Fernando Ricciardulli – Una época hermosa… de juventud y de mucho luchar (como siempre) para hacernos un lugar…de aprender mil cosas sobre la marcha y de poder jugar un ratito en “primera” en tiempos de apogeo para el Metal en general…
y actualmente con el orgullo de estar activo a 25 años de la salida de aquel disco que una generación de metaleros autóctonos (y no solo) hizo suyo…
JP – Mirando en retrospectiva, ¿Cómo sienten que evolucionó el sonido de Azeroth desde aquel primer álbum hasta hoy? ¿Qué elementos se mantuvieron intactos a lo largo de los años?
FR – No se si puedo enumerarlos, pero si creo que la esencia fue siempre la misma…como compositor de la gran mayoría del material, puedo decirte que, lógicamente, yo veo el crecimiento de mi música a través de los años, incorporando sonoridades y arreglos a veces fuera del Power Metal en el que nos encasillan, y tratando siempre de darle frescura al formato canción, que para mí siempre es lo más importante esto de hacer canciones: no pelar para mostrar que bueno somos con nuestros instrumentos (o no, jajaja) si estuvo presente siempre el componente melódico en las canciones, y la velocidad en muchas de las composiciones.
JP – ¿Qué le dirían hoy a aquella versión joven de Azeroth que entraba por primera vez a grabar su disco debut?
FR – Le diría con quien no tiene que juntarse, o no ser tan iluso de creer en la gente que uno a veces considera amigo… no me arrepiento de nada de lo que pasó, porque que haya sucedido eso me permite hoy tener este presente de disfrute y tranquilidad, y de hacer lo que se me canta los huevos sin tener que preguntarle a nadie…

JP – ¿Qué lugar va a tener ese primer disco en el show del 8 de noviembre? ¿Podemos esperar alguna sorpresa?
FR – Y todo… ese show es especialmente para festejar eso 25 años de aquella placa, que de alguna manera y sin pecar de presumido, ha dejado un legado importante en la música metalera de nuestro país… por lo pronto como sorpresa o como cosa inusual en nuestra cotidianidad, va a cantar mi querido Christian Bertoncelli (quien participará interpretando con su voz la mitad de las piezas de aquel álbum) quien tanta mano me ha dado con la banda poniendo su voz también en “Historias y Leyendas” y muchas cosas en los que nos ha dado una mano en su momento… yo soy un agradecido con Christian… de los pocos de verdad que si pueden tiran una soga…. Porque casi todos los demás la verdad, son humo… hay mucho que se olvida como empezó…
JP – Para los fans que los siguen: ¿Qué puede esperar el público del show aniversario en Flores y por qué no deberían perdérselo?
FR – Los que gustan de la voz de Christian, van a tener una oportunidad muy buena de poder escucharlo junto a nosotros… Azeroth sin duda está en su mejor momento a pesar de todo y la situación general del Metal y del país, y es una buena oportunidad para poder disfrutarlo… además porque mucho de esos temas hace rato que no los tocamos y va a ser una buena oportunidad disfrutarlo con esta formación, que es la mejor de todas por lejos.
JP – Después de 25 años, ¿Qué es lo que sigue haciendo que valga la pena subirse al escenario? ¿Qué mantiene vivo el fuego?
FR- Es difícil de explicar… las sensaciones que tengo y lo que disfruto de tocar hoy, hace que la esencia y el fuego estén ahí latentes siempre… y la confianza en lo que hacemos, y la gente que me acompaña en esta parte de la historia es fundamental para ello… así sea en Laferrere para 20 o en Sao Paulo para 6000 la adrenalina es siempre esa: las ganas y los sueños siguen intactos.

Por Jonathan Punos
Respondió Fernando Ricciardulli