En todos los años que llevo en el Metal, casi 40, pocas bandas me habían shockeado tanto con su disco debut como Sumerlands y su fantástico disco homónimo debut.
Toda la magia que ese disco desplegaba y tanto me gustaba provenía de un gigante como Phil Swanson, cantante, que le aportaba su toque Doom al disco que mezclado con ese Heavy Ochentero con violas a lo Jake Lee fue maravilla pura.
Al enterarme que Phil no era de la partida en esta segunda entrega temí lo peor y escuché el disco con un poco de miedo, ya que hoy por hoy esta es una de mis bandas de cabecera. Y si bien la nueva voz, Brendan Radigan fue un gran acierto, el Doom quedó un poco de lado para darle un toque más de Heavy Metal a lo Judas, Dio o hasta de Power Metal, dependiendo de la canción, en “Night ride” (mi favorita) podemos encontrar cosas de Deep Purple o Rainbow en esa cabalgata a medio tiempo, bien ochentera, solo faltan las luces de neón.
Eso sí, el trabajo de las guitarras es asesino, no como en la primera placa, pero dejando claro que la Banda tiene una gran proyección y el crédito abierto, más allá de no haber podido repetir el debut. Quizás le faltaron un par de canciones, 35 minutos para semejante Banda me sabe a poco.
De todos modos no hay día que no le regale 35 minutos a esta, mi nueva gran banda, la siento tan mía, que estoy haciendo lo imposible para conseguir los CD’s (ni en la galería do rock de San Pablo estaban) que cualquier ayuda se agradece.
Después de todo no sean tan malos, les estoy compartiendo un pedazo de mi corazón al hablarles de esta ignota banda de Pennsylvania. De este humilde servidor al mundo, disfrútenla.
Arthur Rizk: Guitarra, Teclados
Brendan Radigan: Voz
John Powers: Guitarra
Justin De Tore: Batería
Bradley Raub: Bajo
Por Diego Porpatto