Cuando hablamos de los británicos Memoriam pensamos en la excelencia del Death Metal como género, hijo directo del gran Bolt Thrower y con el gran Karl Willets a cargo de llevar la banda adelante, este quinto disco de la banda, segundo de su trilogía en donde los temas abordan lo relacionado más a la guerra (la de Ucrania aquí) y el holocausto y en donde la banda parece desenvolverse de manera muy cómoda.
Seguramente están esperando un vendaval de elogios dada la música que estoy reseñando. Lamento informarles que este no es el caso, a ver qué se entienda bien, es casi imposible que Memoriam nos entregue un producto malo, no hay chances, su peor disco sería el mejor de cualquier otra banda del género.
Creo que cinco discos en seis años pueden hacer que la música experimente cierta falta de sorpresa y acá es donde radica mi punto. El disco no es malo, de hecho arranca a toda orquesta con “Never Forget, Never Again (6 Million Dead)” y uno empieza a acomodarse para disfrutar el banquete.
Lamentablemente los temas se suceden y no encuentro palabra para la mueca que antecede al bostezo, y no es que me aburrió el disco, simplemente note a los músicos cansados, explorando un poco más la melancolía que la brutalidad ya característica que los hace tan únicos. Hay excepciones, “Total War” es una gran canción, con grandes intenciones y “Annihilation’s Dead” es otro claro ejemplo, tiene todo para ser una pieza brutal e incomprensiblemente se queda a mitad de camino, volviéndose hasta rutinaria, estas canciones las hacían de taquitos años atrás.
Las demás canciones alternan buenos y malos momentos, aclaro que los malos momentos pueden ser riffs que se repiten hasta el hartazgo “The Ruin” es un ejemplo, una voz desgarrada y una batería con reminiscencias al sonido de Gotemburgo, pero que los machaques repetitivos terminan desluciéndola. En definitiva, creo que todos esperábamos otra obra de arte y simplemente nos dieron un disco totalmente pasatista, para escuchar de fondo en alguna reunión.
El crédito sigue abierto, siempre seguirá, estamos hablando de leyendas que nos regalada mucho ya.
Karl Willetts: Voz
Frank Healy: Bajo
Scott Fairfax: Guitarra
Spike T. Smith: Batería
Por Diego Porpatto