A mí por el contrario de la mayoría de los amantes del Death Old School newyorkino (con Inmolation y Suffocation a la cabeza) con Incantation me pasa que los discos de los últimos años, “Primordial Domination” (2006), “Vanquish In Vengeance” (2012) (dos álbumes supremos) y “Profane Nexus” (2017) me atrapan porque tienen un sonido mucho más limpio que las primeras obras noventeras y acá es donde me diferencio de la mayoría que sigue añorando los años de mayor crudeza.
En esta nueva entrega la banda mantiene la tendencia y el sonido es aún mucho más limpio (creo que el gran Dan Swanö tiene mucho que ver con su mezcla), los temas van increscendo con un comienzo quizás a medio tiempo pero que para el final del disco toman la velocidad esperada y las canciones se vuelven en mazazos certeros a la cabeza.
Nuevamente la voz de Jhon McEntee nos devora, nos come vivos y sus guitarras se unen a las de Lombardozzi, como en la Doom «Entrails Of The Hag Queen» o «Guardians From The Primeval», que podría parecer una introducción y pronto se despereza entre estertores de taurina. El descenso de revoluciones es necesario e Incantation aprovechan el medio tiempo que es “Black Fathom’s Fire”, para convertirse en una pesada serpiente en “Ignis Fatuus” y lograr que la guitarra de Lombardozzi parezca siamesa de «Chant of Formless Dread».
El dramatismo llega en «Shadow-Blade Masters of Tempest and Maelstrom» con la unión de las guitarras y el doble bombo de Severn, mientras que en “Scribes Of The Sygian” se transforman en una banda más pesada, dejando atrás el Death, algo que parece premeditado cuando escucho “Unborn Ambrosia” y siento que a este terreno no han llegado por casualidad, a pesar de recuperar pulso con “Fury’s Manifesto” y «Siege Hive», rompiéndonos el cuello por completo. Imposible no sentirse empachado de tanto Death al finalizar el disco. Yo no esperaba menos de este decimosegundo álbum de la banda. Otra gran joya de este año pandémico.
John McEntee: Guitarra y Voz
Sonny Lombardozzi: Guitarra
Chuck Sherwood: Bajo
Kyle Severn: Batería
Por Diego Porpatto
