Que difícil me resultó caer a los pies de Volbeat, una banda que ignore siempre más allá que siempre cuando sus temas sonaban en mi querido bar de la muerte movía la patita y me divertían, pero digamos que nunca los tome demasiado en serio.
Es más, una vez estaba en un festival y cuando toco Volbeat me fui a tomar cervezas atrás (un cabeza de termo importante). La cuestión es que este octavo trabajo de la banda me partió la cabeza, ninguna de sus 13 canciones tienen desperdicio, todas con su estilo, todas con su dinámica, porque en esta banda encontramos todo, Heavy/Groove/Thrash/Rockabilly/Black/Punk y todo con la personalidad única, genial, de la banda.
Habían prometido un disco más pesado y vaya si cumplieron, hay velocidad a más no poder y mucha agresividad sin perder melodía y sobre todo gancho, porque esto la hace única a esta agrupación, los estribillos gancheros, esos que no te podes sacar de la mente nunca más.
El disco abre a toda velocidad con dos bombazos “Temple Of Ekur” y “Wait A Minute My Girl” veloces, densos, pegadizos. Después viene “The Sacred Stones” un tema que bien podría ser de Dio, una joya. Otra perla “Shotgun Blues” y su increíble video, “The Passengers” un tema punk, elaborado, “Stop Into Light” intensamente denso, un temazo que podría ser de K Pop “Dagen Før” con la colaboración de Stime Bransen que le da una belleza única a la canción.
Y así podría hablar de cada tema. Más de una hora de pura música pegadiza, un discazo de esta fenomenal banda que solo me resta pedirle disculpas después de casi 20 años, por ser tan tachuela.
Volbeat, haceme caso y dale una oportunidad, a la larga me lo vas a agradecer.
Kaspar Boye Larsen: Bajo y Coros
Rob Caggiano: Guitarra y Coros
Jon Larsen: Batería
Michael Poulsen: Guitarra y Voz
Por Diego Porpatto
